Los alumnos y alumnas de bachillerato que cursan las materias de Latín y Griego realizaron DOS VISITAS AL MUSEO ARQUEOLÓGICO durante el primer trimestre:
A veces se cree que la arqueología consiste en el descubrimiento de objetos bellos y tesoros para exponer, pero esa realidad no es la que los museos y arqueólogos quieren transmitir.
El 23 de noviembre nuestros alumnos de Humanidades fueron arqueólogos y arqueólogas por un día. En el taller, en el que participaron, comprobaron cómo la arqueología es una ciencia de investigación histórica, que estudia culturas antiguas mediante la recuperación de restos materiales y su posterior análisis de interpretación. El método arqueológico lo vivieron haciendo mediciones en el jardín del museo, con una simulación de excavación arqueológica y, como son diferentes perfiles profesionales los que intervienen, como se trata de un trabajo multidisciplinar, pasaron luego nuestros pseudoarqueólogos a una sala para dibujar las piezas encontradas, siguiendo las magníficas instrucciones de las arqueólogas de verdad, que dirigían el taller.
El 22 de diciembre realizamos la parte teórica. Primero fuimos guiados por la exposición temporal "El dibujo arqueológico" de la mano, la voz y la sabiduría de una de nuestras ya amigas arqueólogas del Museo, que nos presentó las diferentes vertientes del dibujo arqueológico. Gentilmente, a continuación, nos hizo una visita guiada por todo el museo, empezando por la planta tercera y, por tanto, de forma decreciente en el tiempo: Almería islámica, Sociedad Romana y Comercio en el Sureste 206 a.C- 409, sociedad argárica (II milenio antes de nuestra era) y forma de vida de las primeras sociedades agrícolas y ganaderas durante el Neolítico en la provincia de Almería, continuando hacia el ámbito expositivo dedicado a Los Millares.
Nos detuvimos con más interés en la sala donde se muestran numerosos restos que evidencian los años de presencia romana en la provincia: lápidas funerarias de esclavos, monedas, anzuelos, ánforas de salazones, de vino y aceite, ungüentarios de vidrio y piezas elaboradas en terra sigillata, junto a un estuco decorativo de temática báquica. Nos sentamos ante la escultura denominada El Baco de Chirivel y de parte de un mosaico procedente del mismo lugar: El Villar de Chirivel, ambos documentados a partir de intervenciones arqueológicas de urgencia. Aquí los alumnos y alumnas pudieron apreciar cómo el mosaico presenta la huella de la máquina excavadora, cuyo trabajo dio origen al descubrimiento.