Conmovidos aún por la repentina, prematura y marga pérdida de nuestro querido Jose, solo podemos consolarnos ya en el dulce refugio de la memoria. Entre los recuerdos de una larga vida hemos hallado las imágenes de muchos momentos vividos junto a él. Son estampas de viajes, de amistad, de rutinas diarias, añoradas ahora como instantes de auténtica felicidad. Reflejan también estas imágenes una genuina vocación de magisterio, una pasión vital por la enseñanza que trascendía con frecuencia las fronteras y los límites del aula.
Jose nos contagió su pasión por la poesía. Como el joyero con la piedra preciosa, el poeta elige la palabra, la labra, y la engasta en una joya, el poema, que posee la medida exacta del alma humana. Nada mejor, pues, que la poesía para canalizar y expresar de modo preciso nuestros sentimientos en estos tristes días.
Imágenes llenas de vida, música y poesía. He aquí el material con el que hemos elaborado este homenaje, pequeño, sencillo y emocionado en memoria de nuestro querido compañero.
Adiós, amigo.